Ábrete al poder del bienestar

Cuando me senté a escribir iban a ser las 5 de la tarde y no sabía cómo empezar.  Recordé lo que se me había ocurrido el día anterior pero no me conecté con esas primeras ideas.  Me detuve y leí “Ábrete al poder del bienestar” y pensé, esto qué significa para mí.  Entonces me devolví en el tiempo y revisé como había sido mi día.

Hoy me levanté un poco más tarde. Un regalo que no me puedo dar todos los días. Como mis padres ya habían despertado decidí hacerles el desayuno antes de salir a mi caminada matutina con mis perras.  Les serví y me fui con Katy y Martina. El paseo de la mañana es sagrado en mi rutina diaria.  A menos de que tenga que salir muy temprano o esté de afán, mi primera actividad del día es caminar entre 30 y 40 minutos.

Tener animales de compañía es una responsabilidad que exige tiempo y dedicación.  Y dentro de las cosas que tenía que hacer hoy, estaban bañar a Martina y lavar los forros de sus camas y sus tendidos. El baño de Marti implica todo un operativo que va desde organizar los implementos necesarios (champú, algodón, toallas, balde), calentar agua y llevarla al baño, hasta acomodar un butaco donde me siento para bañarla.  A esto súmale, llevar a mi corpulenta American Bully de 20 kilos, hasta la ducha. Toca empujarla porque no es que le agrade mucho el baño.

Terminé con Martina y puse a lavar sus tendidos en la lavadora y seguí con el aseo de mi habitación y de mi oficina porque son los lugares donde pasamos más tiempo ellas y yo.  Después, almuerzo, salida de medio día con las «niñas» y luego arreglar la cocina. Terminé las labores domésticas y me senté a escribir.

Escucha también Despiértate a la satisfacción de tu corazón

Para muchas personas bienestar es no hacer nada o hacer lo que más le gusta. Otros consideran que es vivir bien o tener una vida abastecida con lo necesario para pasarlo bien y con tranquilidad.

Para mi, bienestar es esa sensación de satisfacción de haber hecho lo que tenía que hacer: atender a mis padres, a mis animales de compañía, limpiar los espacios donde paso la mayor parte de mi tiempo y sentarme a escribir saboreando un mate que todavía me queda de mi más reciente viaje a Argentina.  Esa sensación es poderosa e inspiradora. Ábrete al poder del bienestar, al poder de sentir la satisfacción de lograr tus metas cotidianas. Esta sensación es mucho más poderosa que la que se siente cuando no hacemos nada o hacemos lo que nos gusta.

Abre tu corazón para recibir bienestar.  Aprende también a brindarlo.  El bienestar enternece el alma y la sana.  Llévalo a donde quiera que vayas, como si fuera tu cobija favorita.