¡Pero ojo! No creas que es magia

La ley de atracción sí funciona. Yo la he visto actuar en mi vida de una manera impactante. Desde que aprendí a programar mi mente. ¡Pero ojo! No creas que es magia. Tienes que trabajar en lo que quieres atraer y programar tu cabecita para que se haga realidad.

Si piensas que con solo visualizar un saco de billetes van a caer del cielo millones de dólares o te vas a ganar la lotería, estás equivocada(o). Nada vas a lograr si te quedas viendo TV, pegada(o) de las redes sociales, rascándote la cabeza o procrastinando.

Tienes una súper máquina sobre los hombros que probablemente está subutilizada. La mente es poderosísima y podemos convertirla en nuestra aliada para atraer lo que tanto deseamos.

Cambia la imagen dominante que hay en tu mente

A lo largo de nuestra vida vamos dejando marcas en nuestra mente que se establecen como imágenes dominantes y determinan nuestro camino. Lo que  hemos aprendido, vivido y creído inconscientemente va quedando como una impronta que se normaliza. 

Entonces tú vives como piensas que es normal vivir, porque así ha quedado registrado en tu mente. Si piensas que es normal estar atrasado en tus cuentas porque así creciste, así era en la casa de tus padres o de tus abuelos, así vas a ser tu. Si para ti es normal tener problemas de dinero, endeudarse, enfermarse, esa será la historia que repetirás porque así está registrado en tu cabecita.

La mente funciona cómo un misil que se programa hacia un objetivo y lo persigue por donde se mueva hasta que lo impacta. No tiene escapatoria. Entonces cuando tienes un proyecto en desarrollo, trabajas duro para hacerlo realidad, eres responsable, organizada(o) pero aún así no logras los resultados esperados, lo más probable es que tu mente esté siguiendo una la imagen dominante de escasez. 

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Cambia tus creencias limitantes

Todos podemos crear riqueza, abundancia, prosperidad. Quien tiene dinero, tiene más opciones. Por eso es una herramienta importante con la que debemos establecer una relación amorosa de amistad y complicidad.

Muchas personas hemos crecido con creencias limitantes sobre el dinero. Por ejemplo, que es escaso. Lo que no es cierto. En todas partes hay dinero, muchísimo dinero. Lo que pasa es que nos enseñaron que pocos “podemos” tenerlo.

Otro mito es que el dinero es malo o sucio. Al contrario, él te permite hacer mucho bien, te da oportunidades, es importante y maravilloso. También nos enseñaron que las personas adineradas son avaras, corruptas o delincuentes, lo que tampoco es cierto. Es posible que como hemos estado lejos de la riqueza, no cabe en nuestra mente una imagen diferente a las novelas de ricos y pobres que nos han marcado tanto.

Entonces hazte un favor: comienza a cambiar esas imágenes y métete en la cabeza que el dinero está disponible para ti en grandes cantidades y te permite vivir, invertir y compartir. ¡Pero ojo! No creas que es magia.

Deja de satanizar las ventas

Durante mucho tiempo creí que las ventas no eran para mi. Vender me parecía aburrido y desmotivante. Me avergonzaba, me parecía indigno. Siempre dije que no era capaz de “vender ni un tamal en un derrumbe”. 

Hasta que llegó el día que me lancé a vender productos en una red de mercadeo, quién lo creyera. Allí abrí mi mente a otras posibilidades; aprendí a trabajar mis miedos, mis inseguridades y comencé a reprogramar mi mente. Comencé a ver las posibilidades que pueden presentarse en un negocio. Ese fue el primer paso para mi cambio de mentalidad.

En todo este proceso también entendí que cuando alguien me dice “no”, no me está rechazando a mi. No es un asunto personal. Simplemente a esa persona no le interesa lo que le estoy ofreciendo. Además, después de un no, por lo general, llegan muchos si.

Para que la ley de la atracción funcione, cambia el lenguaje

Otro asunto que debes hacer y que está relacionado con tu mente, es cambiar tu lenguaje. Pon atención a lo que dices, a como te expresas. Si eres de los que repite frases como “a mí la plata se me hace agua”, “así como llega se va”, “el dinero no es para mi”, “pobre pero honrado”, ¡pilas! Eso que afirmas es lo que atraes.

Cambia estas frases por otras: “yo atraigo dinero todos los días y veo oportunidades en todas partes” “soy un imán para el dinero”, “el dinero llega a mi de diferentes formas”…  Cuando tú cambias tu lenguaje la mente empieza a cambiar las imágenes dominantes que tiene en primer plano.

Hay muchas formas de aprender a reprogramar tu mente. Comienza dando los primeros pasos siendo consciente de los que piensas y manifiestas todos los días y cambiándolos por pensamientos y lenguaje positivos.  Vas a ver como empiezas a ver un entorno diferente. ¡Pero ojo! No creas que es magia.