Respeta las necesidades de tu organismo
En el día a día, el trabajo, los compromisos, las responsabilidades, las angustias y demás distracciones exteriores te absorben, nos limitan y nos impiden escuchar lo que dice nuestro cuerpo. Si este es tu caso, pilas, respeta las necesidades de tu organismo, porque él habla y si no lo oyes levantará la voz, cada vez más alto, hasta que le pongas atención.
Dicen que el cuerpo habla. Él te alerta cuando algo anda mal en tu vida. Una sensación, una molestia en su funcionamiento pude ser un primer llamado. Pero puedes estar tan ensimismada(o) en nuestra cotidianidad que ni siquiera te percatas de ese primer llamado.
Sigues tu camino y nuevamente el cuerpo se manifiesta. Esta vez, el llamado de atención es más fuerte. Te manda a la cama y te obliga a parar por lo menos, unos días. En este punto, puedes reflexionar, te cuestionas y retomas tu camino con calma y más atenta(o) a lo que pasa en tu organismo.
Pero puede pasar que tampoco escuches este segundo llamado y sigas como si nada. Entonces es muy probable que tu cuerpo reaccione con una especie de Tsunami que te revolcará en todos los ámbitos de tu vida. Recuerdo el caso de una gran amiga, Ángela Rojas, La Negra. Un día su cuerpo le avisó que las cosas no iban bien pero ella no escuchó. Él levantó su voz un poco más fuerte y aunque lo oyó, no lo tomó en serio.
Y llegó el día en no tuvo otra opción que retomar los controles médicos que debía atender y la médica que la trataba le dijo que su organismo estaba tan mal que ya no había nada que hacer. Ese fue el instante en el que La Negra tomó consciencia, se enfocó en salvar su vida y lo logró gracias a un trasplante de hígado que recibió como último recurso. Ya la Negra lleva 3 años con su nueva vida, consciente y agradecida con Dios, con su capitán (su hígado) y con su ángel donante.
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Es importante que escuches tu cuerpo, cada tanto detente y date tu momento para escucharlo. Él es sabio y habla con anticipación sobre sus angustias. Escucha y respeta las necesidades de tu organismo.
Dedicarle tiempo a la satisfacción de las necesidades de nuestro organismo es dedicarle tiempo a responder las necesidades de nuestra alma.