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Ni buenas ni malas, las emociones son necesarias

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Probablemente, en algún momento de tu vida has pensado, como yo, que las emociones “negativas” no deberían existir, que sin ellas  sería más fácil vivir.  Pero para tu información, y la mía, no son ni buenas ni malas, las emociones son necesarias.

¿Cuántas veces el miedo nos ha salvado de situaciones graves o la rabia nos ha dado fuerza para terminar una relación que nos hace daño o  la impotencia nos ha obligado a tener paciencia para ser más asertivos?

Las emociones son experiencias subjetivas que involucran cambios fisiológicos, cognitivos y conductuales y que se producen como respuesta a estímulos internos o externos. Lo que debes aprender es a gestionar tus emociones para tu bienestar emocional y mental.

Recomendaciones que pueden ayudarte a gestionar tus emociones
  1. Reconócelas: Ser consciente de lo que se estás sintiendo es el primer paso para gestionar tus emociones. Identifícalas y nómbralas.
  2. Acéptalas: Todas las emociones, incluso las que denominamos negativas, son parte natural de nuestra experiencia humana. Aceptarlas sin juzgarlas te ayudará a procesarlas sanamente.
  3. Siéntelas y exprésalas: Siente y expresa tus emociones. Si necesitas llorar, llora; si quieres gritar, grita. También puedes hablar con alguien de confianza, escribir en un diario o expresarse a través del arte. Dejar salir lo que sientes te ayuda a liberar la tensión emocional
  4. Compréndelas: Reflexionar sobre por qué sientes una emoción particular te proporciona claridad sobre las causas subyacentes y te ayuda a abordarlas de manera efectiva.
  5. .Desarrolla habilidades para enfrentarlas: Aprender habilidades de afrontamiento efectivas, como la resolución de problemas y la reevaluación cognitiva, puede ayudarte a gestionar tus emociones.
  6. Practica la autocompasión: Trátate con amabilidad y comprensión. No te castigues.  A veces nos exigimos demasiado y eso nos causa sentimientos de frustración si lo que tenemos planeado no nos resulta.  Todo ocurre por alguna razón que inicialmente no entendemos.  Todo es perfecto, así no nos parezca.
  7. Cuídate: Mantener un estilo de vida saludable que incluya una buena alimentación, ejercicio regular, sueño adecuado y tiempo para actividades placenteras, contribuyen a mantener la estabilidad emocional.
  8. Maneja el estrés: Si por alguna razón estás estresada, estresado, serás más vulnerable y susceptible a las emociones. La respiración profunda, la meditación o el ejercicio te ayudan a liberar energía y como consecuencia a reducir la intensidad de tus emociones.
  9. Busca apoyo: No es necesario enfrentar las emociones en solitario. Buscar el apoyo de amigos y familiares puede abrirte el panorama de opciones para resolver lo que estés sintiendo.
  10. Busca ayuda profesional. Si sientes que tus emociones son tan abrumadoras o persistentes y no puedes gestionarlas, busca ayuda de un terapeuta. A veces necesitamos el apoyo profesional para abordar y gestionar nuestras emociones de manera más efectiva.

Aquí encuentras reflexiones diarias que pueden ayudarte 

Gestionar las emociones es un proceso continuo que requiere práctica y paciencia, pero puede tener un impacto significativo en tu bienestar emocional y mental, a largo plazo.

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Emociones más frecuente y cómo tratarlas
Alegría
  1. Reconoce y celebra las experiencias positivas en tu vida.
  2. Practica la gratitud, centrándote en las cosas por las cuales te sientes agradecimiento.
  3. Comparte tu alegría con los demás y fortalece tus conexiones sociales.
  4. Fomenta actividades que generen alegría, como hobbies o pasatiempos.
Tristeza
  1. Permite que la tristeza se exprese sin juzgarla.
  2. Encuentra formas de cuidar de ti mismo, como tomar tiempo para descansar o practicar actividades relajantes.
  3. Practica la autocompasión, tratándose con amabilidad y comprensión.
  4. Busca el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental.
Rabia
  1. Reconócela sin reprimirla ni expresarla de manera destructiva.
  2. Distráete temporalmente para dar tiempo a que la intensidad de la ira disminuya.
  3. Practica la comunicación asertiva para expresar tus sentimientos de manera respetuosa.
  4. Utiliza técnicas de relajación, el ejercicio físico o la meditación para calmar la ira.
Ansiedad
  1. Identifica las preocupaciones específicas que están generándote ansiedad.
  2. Limita el consumo de estimulantes como la cafeína, que pueden aumentar la ansiedad.
  3. Establece rutinas diarias estructuradas y realistas para reducir la incertidumbre y el estrés.
Miedo
  1. Identifica las causas subyacentes de tu miedo.
  2. Desafía gradualmente tus miedos a través de la exposición gradual y controlada a las situaciones que te los generan.
  3. Cultiva pensamientos realistas y positivos para contrarrestar los pensamientos negativos.

Y en todos los casos practica técnicas de respiración profunda  para reducir la activación fisiológica relacionada con las emociones y  calmar tu sistema nervioso.

Aquí también te dejo este audio que puede ayudarte a liberarte de tus emociones.