La muerte, nuestra única certeza
Y tal vez, estoy pensando en ella porque por cuenta de la pandemia, todos los días las noticias, con el conteo de muertes por cuenta del bicho, nos recuerdan nuestra vulnerabilidad: somos mortales y nos vamos a morir, te vas a morir, me voy a morir. Inevitablemente la muerte es nuestra certeza.
¿Qué hacer mientras llega la hora de partir?
Hoy tenemos la oportunidad de estar aquí y ahora. Y “la vida es un ratico”. Asi que para ese ratico ten presente las siguientes reflexiones.
Reconcíliate contigo, con tus seres queridos, con el mundo. Revisa eso que te atormenta: tal vez una discusión sin sentido, haber juzgado a alguien o una herida que no has sanado. Perdona y pide perdón sinceramente y entrégale esa situación al universo, él sabrá qué hacer y tú te quitarás un peso de encima.
Llama a esas personitas que fueron o son importantes en tu vida y que por el acelere del día a día has dejado en el olvido. Salúdalas y diles cuánto han significado para ti.
Busca tus recursos, todas esas características que te hacen tan especial y ponlos a trabajar para ti, para cumplir tus sueños, para lograr tus metas.
Respira, respira profundamente siempre que sientas angustia, desamor, incertidumbre, rabia. Cuando respiras tu cuerpo se oxigena y regresa a la calma.
Que el amor sea tu guía mientras recorres el camino y cumples tu función en el plano terrenal.
Abraza la muerte venga de donde venga, en todas sus facetas y celebra tu vida porque el tiempo se agota.
Recuerda que la muerte, nuestra única certeza, llegará a tu casa sin avisar. Así que vive cada instante de tu vida como si fuera el último.