Fíjate en lo que está bien
¿Cuántas veces has notado lo bueno, que hay a tu alrededor? ¿Cuántas veces has escrito en un papel todas las cualidades que tienes, las que tiene tu pareja, las que tienen tus hijos? ¿Qué tan consiente eres de tus pensamientos? Pues este es el momento para hacerlo, fíjate en lo que está bien a tu alrededor, lo que funciona, lo bueno, lo positivo.
Hace mucho tiempo, yo calculo que unos 10 años tuve mi primer contacto con la programación neurolingüística. Empecé a interesarme en el tema, leí varios libros y busqué mucha información en internet. Pero quería ir más allá. Quería estudiar con alguien.
En esa época yo trabajaba en la Alcaldía de Medellín y tenía una compañera que estaba sintonizada con mi interés de estudiar programación neurolingüística. Hablábamos mucho del tema y un día me contó que en el siguiente fin de semana estaría en un curso en el que se había inscrito hacía varios meses. Yo sorprendida la cuestioné por no haberme contado. Ella avergonzada me dijo que hablaría con la persona encargada para indagar sobre la posibilidad de un cupo para mí.
Efectivamente el cupo para mi estaba disponible y me ofrecieron diferentes opciones de pago. De tal manera que se cumplió lo que dice un refrán popular en Colombia “Al que le van a dar le guardan”.
Ese curso con Katia Arango y Crea Felicidad, fue maravilloso. Cambió mi vida para siempre. Entendí el poder de la mente. Aprendí a enfocarme en lo que quiero en lugar de pensar en lo que no quiero, que me ocurría con frecuencia. Por ejemplo, pensar en una pareja haciendo deporte, o caminando al aire libre, en lugar de pensar que “no quiero” una pareja fumadora. Comencé a ser consiente de mis pensamientos y a cambiar aquellos que fueran negativos. Recuerda esto: Fíjate en lo que está bien.
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Uno de los ejercicios más bellos que recuerdo del curso fue hacer un listado de todas las cualidades (herramientas) que encontraba en mí. Después, escribir las que otras personas dijeran sobre mi. Y luego, leer ese listado, en voz alta y frente al espejo, por lo menos dos veces en el día. Este ejercicio es muy poderoso.
Quedé impresionada con las cualidades que otras personas veían en mi que yo no había visto. Fue muy positivo conocer esa imagen que otros tienen de mí. Leer ese listado en voz alta y frente al espejo, me empoderó de una manera increíble. Mi actitud y luego mi entorno. Cambiaron.
Te invito a que hagas este ejercicio. Fíjate en lo que está bien, en tus cualidades, tus herramientas, todo lo maravilloso que tienes en tu vida que te hace diferente y poderosa(o).
Date una tregua. Pregúntate qué está bien, qué es bueno, qué es verdad, qué es bello. A veces la lección no consiste en descubrir que está mal sino en descubrir que el mundo está bien, al igual que nosotros.