Supera tus limitaciones y aprecia las lecciones de cada día
Estamos viviendo tiempos de muchos cambios. Cada vez más rápidos y más fuertes y tanto tu como yo, no estamos listos para recibirlos. Así que prepárate, toma medidas y ármate con las herramientas necesarias para darles la bienvenida. Supera tus limitaciones y aprecia las lecciones de cada día.
Te voy a contar de uno de los cambios más fuertes de mi vida y que hoy recuerdo con agradecimiento por la gran lección que recibí.
Atravesaba una de las mejores épocas de mi vida. Me había consolidado como periodista del área política de un noticiero regional. Me acababan de entregar el apartamento que había comprado mediante un crédito con el banco y todo en mi vida fluía maravillosamente. Mejor dicho, estaba en “los gloriosos”.
En ese momento hubo cambio de gobernador. Había llegado el elegido unos meses atrás. Como era de esperarse hubo algunos cambios en el gabinete (equipo de personas que acompañan al gobernante en su gestión administrativa) pero como el gobierno entrante era continuidad del anterior, la gerencia del canal se mantuvo en cabeza de quien había estado en la administración anterior. Entonces no se esperaban grandes cambios en el personal técnico y profesional del noticiero.
Nada más alejado de la realidad. Un día, comenzaron las especulaciones sobre los cambios que habría en el noticiero. Que salían fulanito y peranita. Que llegaba zutanito. Bla, bla, bla. Yo estaba tan de que no me iba, que no le presté atención a los chismes de pasillo. Era buena periodista, era mujer cabeza de hogar, tenía muy buenas fuentes de información… Ja, ja, ja, ¡que ilusa!
Entonces comenzó el desfile de periodistas por la dirección. Entró un compañero y después de él, yo. Entré y me senté frente a la directora quien solía ser clara y directa. Y así, de un envión me agradeció por mi trabajo y me despachó.
En ese momento solo pensé en la deuda adquirida para la compra de mi apartamento, me quebré e inevitablemente comencé a llorar. Después de unos minutos me tranquilicé y me fui.
Ese día aprendí una de las lecciones más importantes de mi vida: “Todo tiene su final, nada dura para siempre”.
Después de 4 meses sin trabajo, quien me había despedido del noticiero, me llamó para comenzar un nuevo proyecto. Hoy, más de 15 años después pienso que mi despido fue a propósito. Ella me necesitaba ahí en ese proyecto.
En cuanto a mi deuda, tengo para contarte que justo un mes después de haber salido del noticiero, las obras de la constructora se suspendieron mientras resolvían unos trámites exigidos por planeación. Como consecuencia los pagos que yo tenía que hacer también se suspendieron. Como quien dice que todo fue perfecto.
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Hoy agradezco a la vida ese cambio porque gracias a él vinieron muchas aventuras y grandes aprendizajes en la administración municipal, donde permanecí 14 años (9 como contratista y 5 vinculada). Allí superé muchas de mis limitaciones y aprecié las lecciones de cada día; crecí como persona, me fortalecí profesionalmente, conocí personas que transformaron mi ser. En fin, mi vida no sería la misma si hubiera continuado allí, donde estaba tan cómodamente.
Seguramente habrás tenido muchos cambios en tu vida que te han movido, que te han provocado rabia, dolor, angustia. Te invito a que mires hacia atrás y revises tus aprendizajes, tus avances a partir de esas transformaciones. Seguramente son innumerables y muy valiosos.
Entonces sigue tu camino, prepárate para recibir todos los cambios que están llegando, recíbelos con amor y agradecimiento. Supera tus limitaciones y aprecia las lecciones de cada día.
Emprende un viaje de alegría. Con el tiempo la vida te enviará nuevas personas y nuevos sueños. Aprovecha esta época para crecer y aprender. Y atesora lo que el universo te está enseñando en este momento.