Realiza tus tareas con amor

No siempre estamos realizando tareas que nos gustan. Muchas veces debemos hacer cosas que sentimos que no nos corresponden o no queremos hacer. Sin embargo, ten presente que en esa situación hay un para qué, una lección que tienes que aprender, un destino que debes cumplir. Entonces recíbela, abrázala y realiza tus tareas con amor.

En algún momento de mi vida me contrataron para diseñar y producir un programa de TV. Después de varios días de trabajo, logré con el apoyo de mis compañeros, tener lista la propuesta. Incluso grabamos el “piloto” o programa de prueba, lo presentamos y luego de unos días nos dieron la mala noticia de que el programa no iba.

Por su puesto sentí una gran frustración por el empeño que le habíamos puesto al proyecto.  También me angustié porque ya no tendría sentido mi contratación. Sin embargo, le hicieron unos ajustes a  mi contrato y me asignaron una nueva tarea: revisar todo el material audiovisual que estaba archivado y organizarlo. No te imaginas lo que esa noticia generó en mí.

En un cuarto pequeño de 3 o 4 metros cuadrados estaba todo el material audiovisual en casetes de VHS. Algunos en estanterías y otros regados en el piso. Yo tenía que revisarlos todos, uno por uno, clasificarlos y marcarlos. Esa tarea me pareció terrible. Además el jefe era bastante fastidioso. En ese momento hubiera preferido que me terminaran el contrato. Pero no fue así, gracias a Dios.

Un día una compañera que sabía de mi disgusto, me dijo: “Mira Maty, tu destino es cumplir esa tarea. Hazla de la mejor manera y con mucho amor. Cuando hayas cumplido la lección que esta situación te trae, el mismo universo se encargará de ponerte en otro lugar o dejarte ahí, pero desempeñando otra labor. De lo contrario esta tarea puede extenderse en el tiempo hasta que aprendas lo que tienes que aprender”. Y remató: “¿quieres quedarte revisando casetes eternamente y con este jefe?

Inmediatamente abrí los ojos y le dije “no, ni de riesgos». Entonces me esforcé por cumplir mis tareas con la mejor voluntad y disposición posibles. Llegó un momento en que comencé a disfrutar lo que hacía y me sirvió para aprender y encontrar material audiovisual maravilloso sobre la ciudad. Mi relación con el jefe cambió y un tiempo después, él mismo me asignó otras actividades, más acordes con mi perfil profesional. 

Todo ocurre por una razón

Resulta que para cumplir tu función, muchas veces te toca hacer labores o trabajos que no te gustan y justo ahí es donde encuentras la mejor oportunidad para aprender lo que te corresponde.

Cuando aceptas lo que llega, le encuentras sentido y logras disfrutarlo, llegas a tu máximo potencial de desarrollo interior, al punto extraordinario en el que todo comienza a fluir con todos los recursos que pueda necesitar de una manera casi mágica.

Hacer lo que te cuesta o no te gusta de la mejor manera, te lleva a cumplir tu destino. Cuando rechazas lo que no te gusta, rechazas tu destino y rechazas tu aprendizaje. Ten presente que por lo general la vida, nos lleva con mayor frecuencia hacia aquello que necesitamos aprender, que suele ser lo que no nos gusta.

Entonces disfruta intensamente cualquier cosa que hagas y ponle toda tu energía y entusiasmo sin condición ni restricción alguna, así llegarás a la excelencia, a tu punto más alto, donde todo lo demás comienza a fluir maravillosamente.

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Ahora si lo que esperas de un trabajo es que te paguen, ¡pilas!. Debes encontrar tu capacidad de servir y sentir la satisfacción de hacerlo, así como entender que estás desarrollando tus habilidades. Cuando logras entenderlo y ponerlo en práctica, los recursos que necesitas para seguir cumpliendo lo que te corresponde, llegarán solos y en abundancia.

También debes entender que el sentido del trabajo no es la supervivencia o subsistencia.  Es el aprendizaje y el servicio. Sobrevivir significa luchar, pelear, incluso dolor y puede terminar en violencia. En lugar de eso, disfruta y realiza tus tareas con amor, encuentra placer en lo que haces y deja de luchar contra lo inevitable.

En mi experiencia fueron muchas las lecciones aprendidas: aceptación, entendimiento, humildad y lo más importante, que la vida nos pone donde necesitamos para nuestro aprendizaje.

«Todo trabajo, toda tarea es honorable, pero ve un poco más allá. Convierte tu trabajo en una labor de amor. Entonces tu trabajo influirá verdaderamente en el mundo y lo transformará como tu deseas. El trabajo que tu realizas, sea cual fuere tu campo, proporcionará sanación.»

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