Tómate un respiro, descansa y recupérate

El cansancio crónico y el agotamiento son problemas comunes en la sociedad actual, atribuibles a una combinación de factores como el estilo de vida, las demandas laborales, el uso excesivo de la tecnología y la falta de sueño adecuado. Si te sientes agotada(o) tómate un respiro, descansa y recupérate.

La frase “trabajar, trabajar y trabajar” se convirtió  en un mantra en Colombia y que muchas personas repetimos y pusimos en práctica como un mandato celestial. Incluso, hoy todavía, podemos sentirnos culpables si no estamos trabajando.

 Y esta situación tiene muchas consecuencias negativas para nuestro cuerpo en todas sus dimensiones (física, mental, emocional, energética y espiritual).

Te comparto algunas causas y repercusiones del agotamiento, así como algunas recomendaciones. Tómate un respiro, descansa y recupérate porque corres el riesgo de afectar la salud de tu cuerpo.

Revisa las causas de tu cansancio y el agotamiento

En muchos casos las largas jornadas laborales se hacen interminables. Las nuevas formas de trabajar en las que a una persona le entregan la responsabilidad de múltiples tareas y responsabilidades que antes estaban distribuidas en dos o tres empleados.

Cada día consumimos más tiempo revisando las redes sociales y generando contenido para compartir con el mundo nuestras experiencias, aprendizajes, opiniones, etc. El uso excesivo de dispositivos electrónicos, especialmente antes de dormir, puede interferir con tus patrones de sueño.

El estrés continuo por angustias laborales, familiares, económicas o políticas de nuestro entorno que muchas veces no han ocurrido o no nos afectan directamente, pero que damos por hecho. Estamos más enfocados en el pasado o en el futuro. Y del presente ni siquiera nos percatamos.

¿Cómo está tu actividad física? Aunque parezca contradictorio, la falta de ejercicio regular puede aumentar tu sensación de fatiga. Cuando haces ejercicio se activan hormonas como las endorfinas (hormonas de la felicidad), la dopamina (relacionada con la motivación), la serotonina (que regula el estado de ánimo, el sueño y el apetito), entre otras.

Como consecuencia de la falta de tiempo, el estrés y el sedentarismo podrías estar llevando una dieta pobre en nutrientes que puede disminuir los niveles de energía. También puede llevarte a presentar condiciones médicas como anemia, hipotiroidismo y apnea del sueño que contribuyen a tu agotamiento físico.

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Consecuencias del agotamiento
  • Reducción de tu capacidad cognitiva: Problemas de concentración, memoria y toma de decisiones.
  • Mayor riesgo de ansiedad y depresión: El estrés crónico y la falta de descanso pueden desencadenar trastornos mentales.
  • Debilidad en tu  sistema inmunológico: Mayor susceptibilidad a enfermedades.
  • Problemas cardiovasculares: Aumento de la presión arterial y riesgo de enfermedades del corazón.
  • Dolores musculares y articulares: El estrés y la falta de descanso pueden provocar dolores físicos.
  • Irritabilidad y cambios de humor: La falta de sueño y el estrés pueden afectar el estado emocional.
  • Reducción de la capacidad para manejar el estrés: Menor resiliencia emocional.
  • Fatiga constante: Sensación de cansancio persistente que no mejora con el descanso.
  • Pérdida de motivación: Dificultad para realizar actividades diarias y mantener el interés en proyectos personales o laborales.
  • Desregulación hormonal: Alteraciones en hormonas como el cortisol y la melatonina.
  • Problemas metabólicos: Aumento de peso y riesgo de diabetes tipo 2.
Recomendaciones para mejorar el descanso
  • Establece una rutina de sueño: Ir a la cama y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
  • Crea un ambiente adecuado para el sueño: Asegúrate de que tu habitación esté oscura, silenciosa y a una temperatura confortable.
  • Limita el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir: Evita pantallas al menos una hora antes de acostarte.
  • Practica técnicas de relajación: Meditación, respiración profunda o yoga pueden ayudar a reducir tu estrés.
  • Haz ejercicio regularmente: El ejercicio moderado, como caminar o nadar, puede mejorar la calidad de tu sueño.
  • Mantén una dieta equilibrada: Consume alimentos ricos en nutrientes y evita el exceso de cafeína y azúcar.
  • Gestiona el estrés: Identifica y aborda las fuentes de estrés, y busca apoyo emocional si es necesario.
  • Consulta a un profesional de la salud: Si el cansancio persiste, es importante buscar ayuda médica para descartar problemas de salud subyacentes.
  • Implementa estos cambios que pueden ayudarte a reducir el agotamiento y mejorar la calidad de vida en general. Tómate un respiro, descansa y recupérate.
  • Descubre cuán cansado(a) estás.  Luego permite que tu cuerpo te cuente que necesita para volver a la vida y al amor.

Escucha con atención…

 

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