¿Has estado trabajando muy duro?
Tú no tienes que hacer que las cosas sucedan. En realidad, no puedes hacer eso. Relájate. Suelta las riendas y deja que las cosas sucedan.
Tú no tienes que hacer que las cosas sucedan. En realidad, no puedes hacer eso. Relájate. Suelta las riendas y deja que las cosas sucedan.
Lo que creemos, decimos y vislumbramos puede volverse realizad. Este es uno de los poderes que estamos aprendiendo.
En la vida, con cierta frecuencia, encontramos situaciones que no son lo que parecen ser.