La celebración del Día Mundial de la Radio me inspiró

La celebración del Día Mundial de la Radio me inspiró

Esta mañana cuando me senté frente al computador para escribir, estaba en blanco.  Muchas veces pasa que la inspiración se nos escapa, pero con una caminada, un delicioso tinto y una corta revisión de mensajes lo resolví.  La celebración del Día Mundial de la Radio me inspiró.

Cuando leí los primeros mensajes de celebración, llegaron a mi cabeza recuerdos de mi niñez y mi relación con la radio.  Tenía yo unos 6 o 7 años y estaba de visita en Bogotá, donde mi abuela materna quien vivía con un tío.

Recuerdo que él, mi tío Hildemaro, era un hombre diferente.  Cuenta mi familia que cuando niño tuvo un accidente que le dejó una joroba.  Era algo así como Quasimodo, el personaje creado por Victor Hugo que vivía en la Catedral de Notre Dame, en París.  Se parecía solo por la joroba porque, a diferencia del personaje, mi tío veía y oía bien y su rostro era bello.

Era moreno, con rasgos indígenas muy marcados.  Heredados de su padre nacido en Purificación, un municipio ubicado en el Suroeste del Tolima.  De carácter tímido y retraído. Pero valiente, astuto, y tenía un corazón noble.

Vivía muy encerrado y su gran compañía era una cajita casi cuadrada, de donde salían voces, música y un ruido particular que se producía cuando no había señal o cuando no estaba sintonizado el dial correcto.

No tengo claro si fue por su condición física o por la situación económica de la familia pero mi tío Hildemaro no terminó la escuela.  Solo hasta finales de la década de los 70, él retomo sus estudios gracias a que en ese tiempo existía un programa que se llamaba Bachillerato por radio, un verdadero hit.

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Él era muy juicioso. A la hora de la clase se sentaba a escuchar al profe con atención y a resolver los cuestionarios de los cuadernillos que acompañaban la metodología de estudio.  Muchos colombianos, como mi tío Hildemaro, y de los lugares más recónditos de Colombia, lograron terminar su secundaria gracias a ese maravilloso programa.

Ese fue mi primer contacto con el extraordinario e infinito mundo de la radio.  Un universo fascinante que además de acompañarte, estimula tu imaginación.  A mí me ocurre que cuando escucho una voz imagino el personaje, cómo está vestido, cómo es su entorno, los micrófonos, la consola, etc.  Y aunque lo más probable es que la realidad no coincida con mi imaginación, me parece maravilloso estimular la mente para que vuele sin límite alguno. Eso solo nos lo permite la radio.

Un poco de historia

A lo largo de su existencia, la radio ha sido fundamental para la humanidad. Primero como una herramienta que permitió la comunicación a distancia a través del telégrafo y luego del teléfono.  Pero a principios de siglo, en 1920, con la primera transmisión pública, se convirtió en un medio de comunicación masivo.

A partir de entonces, llega el auge comercial con las estaciones de radio que crearon programas de entretenimiento, música, noticias y publicidad. La BBC (British Broadcasting Corporation) por ejemplo, fue fundada en 1922.

Llegaron las grandes guerras del mundo y con ellas la propaganda bélica. Las transmisiones se convirtieron en una herramienta importante para incidir en la opinión pública nacional e internacional, desmoralizar al enemigo y mantener el ánimo de las tropas aliadas.

La radio también fue utilizada para enviar mensajes cifrados a través de programas de entretenimiento dirigidos a civiles y soldados tanto en el frente de guerra, como en la retaguardia.

Luego llegó la televisión y años más tarde internet.  Desde entonces se ha creído que la radio va a desaparecer.  Yo soy de las que pienso lo contrario. Con la evolución digital, el abanico de posibilidades de la radio se abre a una variedad infinita de contenidos y a una mayor accesibilidad para los oyentes.

Esto también nos genera unos desafíos creativos que debemos abordar y trabajar para que la radio siga teniendo la fuerza que la ha llevado a dejar una impronta muy especial en la historia de la humanidad.

La celebración del Día Mundial de la Radio me inspiró.   Hace apenas 12 años que lo conmemoramos.  Que sea la oportunidad para reconocer su importancia, promover alianzas y estrategias entre colegas que potencien este maravilloso universo y alentar a nuestros dirigentes (políticos, económicos y sociales) a apoyar y sobre todo a usar la radio como medio de información, entreteminimiento y educación, porque hoy sigue siendo el único que llega a todas partes.