Entra en calor e irradia tu calidez

La empatía es un valor que se ha ido perdiendo poco a poco.  El ritmo acelerado de la vida, el crecimiento de las poblaciones, el exceso de información y muchas razones más, nos han llevado a convertirnos en seres fríos, indiferentes, poco solidarios.  Entra en calor e irradia tu calidez para que la solidaridad regrese a tu vida.

Fíjate que en el último grado de la secundaria yo tuve que cambiar de colegio porque del anterior me habían expulsado por tomar licor en un paseo programado por la institución.  Una decisión que fue injusta porque muchas jovencitas, yo diría que la mayoría también habían ingerido licor.  Sin embargo, yo fui la única expulsada.  Cosas que pasan.

Pero esa no es la historia que te quiero contar.  Resulta que al entrar a ese colegio me hice amiga de una niña que vivía en un barrio popular que tenía la fama de ser peligroso.  Ella me invitó a su casa, yo acepté, aunque tenía miedo de ir por lo que significaba ese barrio para la ciudad. 

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La familia de mi amiga era distinta a la mía. A pesar de que su familia tenía pocos recursos su generosidad era abundante.  Compartimos un delicioso almuerzo y estudiamos.  Luego, antes de que anocheciera salí para mi casa. 

Mientras me desplazaba hacia mi hogar, reflexionaba sobre lo que había aprendido ese día.  Sin buscarlo, mi corazón había entrado en calor con la energía que encontré en la casa de mi amiga.  Entendí que las amistades no se definen por el dinero o la posición social, si no por su afinidad.  Que vivir en un barrio popular no te hace mala persona ni vivir en un barrio de clase alta, garantiza que vas a ser mejor ser humano. Comprendí también que el que quiere, puede.  Hay muchas personas con grandes necesidades que salen adelante con esfuerzo y valentía.

Lucía fue una gran amiga, de las mejores.  Aunque le perdí el rastro hace muchos años, ella sigue ocupando un espacio importante en mi corazón. Agradezco haberla conocido porque gracias a ella aprendí a ver nuestra realidad desde otra perspectiva.

No permitas que tus temores te vuelvan indiferente.  Sal y deja que el sol te caliente. Entra en calor e irradia tu calidez a la gente que te rodea.  Vuélvete amistoso y entusiásmate con la vida.