Descubre cuándo es oportuno adaptarte
Si hay algo que es una constante en la vida son los cambios. Cambiamos todo el tiempo. Desde antes de nacer nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu se va transformando segundo a segundo. Y a lo largo de nuestra vida vivimos infinidad de cambios. Ya deberíamos estar adaptados a ellos. Muchas veces los cambios son favorables, en otros no tanto. Descubre cuándo es oportuno adaptarte.
Durante mi adolescencia, a los 12 años aproximadamente comencé a usar lentes, resulté con una miopía leve que fue aumentando año tras año. Tiempo después, en 1998 cuando la cirugía láser estaba en sus inicios y era muy costosa, recurrí a la Queratotomía, una técnica que consiste en hacer unas incisiones que cambian la curvatura de la cornea con el fin de modificar la refracción del ojo.
En ese tiempo un oftalmólogo muy conocido que vivía entre España y Colombia estaría en Medellín haciendo este tipo de operaciones. Mi hermano estaba programado con mucha anticipación para operarse y gracias a su gestión logró que me incluyeran en la agenda de operaciones.
Me operé. Recuerdo que cuando me quitaron los parches de los ojos las imágenes que veía eran maravillosas, nítidas, coloridas, espectaculares. Ahí entendí el significado de ver bien. Ahí comprendí el valor de mis ojos.
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Durante 10 años más o menos, tanto mi hermano como yo vimos perfectamente. Entonces volvimos a tener dificultades con la visión y esta vez, el problema se agravó más rápido. Consultamos y efectivamente nuestros ojos estaban nuevamente desajustados. Resulta que cuando se tiene miopía, existe la posibilidad de que pasados unos años los ojos recuperen su visión normal. Pero en nuestro caso, las incisiones hechas en la queratotomía no nos permitieron regresar a esa normalidad.
Entonces apareció la hipermetropía. Los dos tenemos esa condición en nuestros ojos. Adaptarnos a la nueva situación fue muy complejo porque cuando se es miope, nuestro cerebro también es miope y cambiar esta condición tardeo un buen tiempo.
Desde entonces yo no le aconsejo a ningún joven que se opere porque es posible que, con el paso del tiempo, pueda recuperar su visión. De hecho, como todas las enfermedades, las oculares tienen un generador emocional. Pero este es un tema para otro momento.
Recientemente cambié las gafas y no me pude adaptar a ellas. Inicialmente pensé que era por el cambio de fórmula, pero luego me convencí de que no era mi problema sino de los lentes que quedaron mal fabricados. No me adapté, no pude y tuve que cambiar mis lentes nuevamente.
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La vida es un fluir permanente de cambios, desde que somos concebidos, incluso desde antes. La transformación ocurre cada minuto, cada segundo. Y se supone que debemos estar preparados y adaptarnos a los cambios. Pero en muchas ocasiones, el cambio en lugar de convenir perjudica. Entonces no podemos adaptarnos a lo que nos hace daño. Por eso, descubre cuándo es oportuno adaptarte.
Se sensible a los cambios importantes y sutiles que se presentan a tu alrededor. Date el tiempo y la libertad para adaptarte a esos cambios y descubrir lo que significan para ti. Date tiempo para acostumbrarte. Se considerado contigo mismo. Escucha tus necesidades. Date la oportunidad de adaptarte a los cambios que te son convenientes.