Débora se merece mucho más
Desde hace varios días, tal vez meses, vengo con la inquietud de hablar de la artista más audaz y talentosa que ha tenido el país, pero también la más menospreciada de su época y de la nuestra. Después de conocer Casablanca siento que Débora Arango se merece mucho más.
Comencé este viaje de conocimiento revisando información registrada en las entidades responsables de la casa y en varios medios de comunicación. Luego fui a visitar Casablanca, el lugar de residencia de Débora hasta el día de su muerte. Está ubicada en Envigado, al sur del Valle del Aburrá.
Visitar Casablanca solo es posible los martes, jueves y sábados en la tarde, en grupos de máximo 10 personas y previa inscripción en la página del museo . Cuando reciben tu solicitud de reserva te envían la confirmación al correo electrónico.
Mi cita era el martes a las 3:00 de la tarde. Salí temprano para tener tiempo de buscar la entrada porque no tenía claro dónde estaba. Primero encontré la puerta principal de la casa que está clausurada con una pesada cadena y un candado viejo. Luego encontré una puerta grande que parece la entrada a un garaje y ahí había un citófono.
Timbré y salió una vigilante, me hizo seguir hasta la cocina de la casa y allí me pidió llenar una información a través de un código QR. Después de unos minutos llegó John Alejandro Ricaurte, nuestro guía. Minutos después se sumaron otros 3 visitantes.
Empezamos por el patio, empedrado y con un lava pies en el centro, como era costumbre en el siglo XIX. Luego pasamos al recibo, la sala, el comedor y las habitaciones: la azul, la roja y la verde. En cada espacio se evidencian las intervenciones de Débora: zócalos, cerámicas, cuadros, baldosines pintados, adornan Casablanca.
Casablanca, construida en 1860, es un «bien de interés cultural de la Nación» desde el 24 de noviembre de 2009. Tiene una extensión de 3.300 metros cuadrados. En 2017 fue adquirida por la gobernación de Antioquia, el Área Metropolitana y el municipio de Envigado. En su compra se invirtieron $13.734.767.872.
Quién fue Débora Arango
Fue una pintora expresionista y acuarelista atrevida, arriesgada y valiente. Nació en Medellín, el 11 de noviembre de 1907 y murió en Envigado, 4 de diciembre de 2005. Con sus obras puso en jaque a la sociedad machista, religiosa y conservadora del siglo XX.
Sus pinturas mostraron la marginalidad social, la realidad política del país y las expresiones populares de la sociedad colombiana del momento. Fue la primera mujer en el país que se atrevió a pintar desnudos, que entonces escandalizaron a la Liga de la Decencia de Medellín (algo así como las “ciudadanas de bien” de la época), un grupo de mujeres religiosas, conservadoras, reaccionarias y derechistas.
Débora fue alumna de Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez de quien se contagio su pasión por la pintura en gran formato y la pintura al fresco, técnicas que logró plasmar en dos murales medio ocultos en su casa y uno público (Recolectores de fique) en la antigua sede de la Compañía de Empaques (actual sede administrativa de Almacenes Éxito, y centro comercial Viva Envigado).
Durante varios años estuvo retirada de las exposiciones y de la sociedad en general hasta 1985, cuando comenzaron los homenajes del municipio de Medellín, Envigado, la Universidad de Antioquia, el Instituto Pascual Bravo, el Club Unión, el Club Rotario, la Presidencia, el Congreso y otras instituciones.
La mayor parte de su obra, representada de 233 cuadros, fueron donados en vida por la artista al Museo de Arte Moderno de Medellín.
Y del museo, ¿qué?
Después de recorrer Casablanca y de escuchar su historia quedé con la sensación de que todavía nos falta mucho para darle el lugar que corresponde a Débora Arango, la artista plástica más importante no solo de Antioquia y Colombia.
La Casa Museo Débora Arango está en pañales. Apenas está abierta al público tres días en la semana, solo en las tardes y solo reciben grupos máximo de 10 personas. Un espacio muy reducido para dar a conocer la historia de esta maravillosa artista que vino a transgredir el establecimiento de su época.
¿Y si en lugar de 3 días el museo pudiera estar abierto toda la semana de lunes a domingo? ¿Y si se buscan alianzas con el Museo de Arte Moderno, el ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y otras entidades quieran vincularse para realizar exposiciones, eventos y talleres sobre la artista y su legado?
El municipio de Envigado está encargado de la casa y como responsable debe velar por su mantenimiento y su seguridad. A los muros externos que resguardan la casa se les nota el deterioro provocado, al parecer por las humedades. En el interior de la casa también empieza a notarse el desgate de los años.
La administración municipal que terminó su período aseguró que ya los recursos para las intervenciones en Casablanca estaba lista y que estaban a la espera de la autorización del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
Consultaremos a las entidades correspondientes como avanzan los trámites para darle a Casablanca el mantenimiento que necesita y a Débora Arango el lugar que le corresponde.
Esta historia continuará…