Mercurio retrógrado en Escorpio te impulsa a expresar lo que has callado
Hay un silencio que pesa más que cualquier grito. Es el silencio de lo que quisimos decir pero no dijimos, de las verdades que guardamos bajo llave en la profundidad del alma, esperando emerger en el momento preciso. Fíjate que ese silencio tiene fecha de vencimiento. Este 19 de noviembre, cuando Mercurio retrógrado en Escorpio, te impulsa a expresar lo que has callado.
No es casualidad que el planeta de la palabra se detenga precisamente en el signo de las sombras. Escorpio, regido por Plutón y Marte, es el excavador de verdades, el guardián de lo no dicho, el alquimista que trabaja en la oscuridad para transformar lo oculto en comprensión. Cuando Mercurio —el mensajero celestial— retrocede en estas aguas profundas, nos invita a examinar lo qué hemos silenciado y por qué.
Desde una perspectiva astrológica, Mercurio retrógrado es un fenómeno óptico que produce el ambiente propicio para hacer una pausa, reflexionar y revisar. Durante este período, que se extiende hasta el 29 de noviembre, todo lo que esté relacionado con la comunicación, el pensamiento y el procesamiento emocional se ralentiza para permitir la introspección. Pero cuando Mercurio regresa específicamente a Escorpio, algo mucho más profundo ocurre en la conciencia colectiva.
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En términos terrenales nos invita a revisar nuestro archivo personal de silencios. Cada palabra que no pronunciamos, cada verdad que guardamos «por el bien de la otra persona» o «para evitar un conflicto», cada confesión que pospusimos indefinidamente, quedan registradas en algún lugar de nuestro cuerpo. Esas emociones no expresadas buscan una salida, y cuando no encuentran la puerta del lenguaje, pueden buscan otras maneras de salir que suelen ser destructivas.
¿Cómo saber que algo quiere decirse?
Escorpio, en su profundidad característica, no ofrece señales sutiles. Primero vienen las sensaciones corporales: esa presión en el pecho cuando estamos cerca de alguien a quien debemos hablarle, ese nudo en la garganta que aparece sin razón aparente, esa irritabilidad diaria que no tiene una causa clara. Luego, en los sueños se manifiestan esas conversaciones no resueltas o personas del pasado con las que estamos en deuda, regresan. Y finalmente, el nivel emocional puede manifestarse una tristeza profunda, una rabia que estalla sin control, una nostalgia que nos paraliza.
Durante este retorno a Escorpio, la atmósfera se vuelve especialmente introspectiva y emocional. La invitación no es a gritar nuestras verdades de manera impulsiva, sino a sumergirse en esas aguas oscuras con consciencia. Este es un tiempo para la revisión emocional no para la resolución urgente. Escorpio nos enseña que a veces la sanación requiere enfrentar la situación y entrar en contacto con el dolor.
Tres prácticas para una comunicación honesta
La escritura sin filtro. Dedica veinte minutos a escribir sin censura todo aquello que no te atreves a decir. No es para enviar ni publicar; es para conocerte. Pregúntate: ¿Por qué guardé esto? ¿Qué temo que suceda si lo digo?
La pausa reflexiva. Antes de cualquier conversación importante durante este período, tómate un momento para preguntarte si lo que vas a comunicar surge de la reacción o de la reflexión. Escorpio despoja las falsas apariencias; permite que tus palabras también lo hagan.
El diálogo contigo misma(o). Siéntate en la oscuridad, literalmente si puedes, y mantén un monólogo interno con esa parte de ti que calla. No para cambiarla, sino para entenderla. ¿Qué protege ese silencio? ¿A quién protege?
Ritual de claridad emocional. Toma un objeto que represente algo que necesitas comunicar: una foto, una piedra, una prenda. Mantenlo en tus manos mientras escribes en una hoja la verdad que guardas. Luego, quema el papel y dispersa las cenizas con la intención clara: «Libero lo que me ha retenido. Digo la verdad con amor y responsabilidad.»
Trasnforma lo que sientes en energía
Esta es una manera de transformar lo oculto en comprensión, tal como Plutón, el regente de Escorpio, transforma la materia en energía.
Lo importante es que no necesitamos un planeta retrógrado para darnos permiso de hablar con honestidad. Pero sí necesitamos que nos lo recuerde. Necesitamos momentos donde el cosmos mismo conspirte en favor de nuestra vulnerabilidad. Necesitamos que Escorpio nos diga, con su intensidad inconfundible, que las palabras guardadas son como el agua subterránea: buscarán surgir, encuentren o no cauce.
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Este retorno de Mercurio a Escorpio es una pequeña ventana que nos permite entender que decir lo importante deja de ser riesgoso y se convierte en necesidad, en espacio de transformación, en acto de sanación.
Mercurio retrógrado en Escorpio te impulsa a expresar lo que has callado. Noviembre es el mes para escuchar lo que has guardado.








