La mejor herramienta para transformar mi vida
En mayo de 2000, una gran amiga me regaló el libro Gratitud de Louise L. Hay, una escritora estadounidense, autora de varios textos de autoayuda. Agradecí el regalo, pero no leí el libro. En ese momento no supe que tenía en mis manos la mejor herramienta para transformar mi vida.
Casi 24 años más tarde, después de haber escuchado a muchos maestros, tutores y consejeros hablar de la gratitud, encontré el libro y decidí leerlo. Ya había leído casi la mitad cuando, me enteré de la muerte de mi amiga. Entonces sentí que tenía que poner en práctica lo que había leído hasta ese momento y terminar el libro lo más pronto posible. Esa era una forma de honrar la existencia de mi amiga.
Gratitud, recoge los textos de varios escritores y maestros amigos de Louise Hay. Todos, cada uno desde su experiencia, reflexionan sobre la gratitud y nos invitan a enfocarnos y valorar lo que tenemos en lugar preocuparnos por lo que nos falta. También nos incitan a agradecer las incomodidades o malos momentos que experimentamos en la vida porque ellos nos traen lecciones para hacernos más fuertes y sabios.
A continuación te comparto algunas ideas que se comentan en el libro.
Dar las gracias en lugar de pedir
A la mayoría de nosotros no nos enseñaron a agradecer lo que tenemos sino a pedir lo que nos hace falta. A Dios, a los padres, a los amigos… Eso nos ha llevado a creer que nuestra felicidad es responsabilidad de los demás: la pareja, la familia, el gobierno…
Cuando pides, te enfocas en la escasez y refirmas que no tienes, que eres insuficiente, que necesitas más, que te falta. Y eso te lleva a un estado de pobreza y las bendiciones se alejan de ti.
¿Qué pasaría si tu le das un regalo a alguien y esa personita, en lugar de agradecerte te dice que está falta esto o aquello, o que mejor le hubieras dado otra cosa? Probablemente perderás motivación y en la próxima oportunidad que tengas de regalarle algo lo pensarás dos veces.
Eso mismo pasa con el Universo, la vida o Dios, como lo quieras llamar. Él te da y te ofrece muchas cosas que se te vuelven paisaje. Entonces, en lugar de agradecer tu sigues pidiendo y enfocándote en “lo que no tienes”. No ver esos regalos puede significar que tampoco estás preparado para recibir más. El Universo es sabio y nos da lo que creemos merecer.
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La felicidad está en la gratitud
Para los budistas la felicidad no está en alcanzar las cosas que no tenemos sino en darnos cuenta de lo que si tenemos y agradecerlo.
Cuando agradeces y agradeces y agradeces, tu mente se enfoca en eso que tienes y comienzas a ver la abundancia que hay en tu vida. Poco a poco, tu mente, tu cuerpo, tu energía se convencen de que tienes suficiente, de que eres abundante. Entonces te la crees y empiezas a proyectar esa abundancia hacia tu entorno.
Agradece las pequeñas cosas, lo que damos por sentado: el agua, nuestros sentidos, poder caminar, cocinar, tomarte un café. Muchas personas en el mundo no tienen eso que para ti es tan obvio que ni siquiera eres consciente de que son regalos de Dios.
También debes agradece las incomodidades o los problemas que estás enfrentando. Ahí hay un gran aprendizaje para tu vida así no lo comprendas. Confía que más adelante lo entenderás todo.
La gratitud es una herramienta poderosísima que nos puede dar muchas ganancias a nivel espiritual, emocional, económico, en nuestro entorno familiar y social.
Compruébalo tú mismo
Pon en práctica el siguiente ejercicio y comprueba por ti mismo la mejor herramienta para transformar tu vida.
Toma una hoja y un lápiz. Siéntate cómodamente en un lugar tranquilo. Haz tres respiraciones lentas y profundas. Y comienza a anotar todo aquello digno de agradecimiento: estar vivo, poder ver, escuchar, sentir, comer, tu familia, tu pareja, tu trabajo…
Recuerda también incluir aquellas incomodidades o situaciones retadoras de tu vida. No importa si todavía no entiendes para qué las estas viviendo. Ya te llegarán las respuestas.
Cuando termines de anotar todo lo que se te ocurra, léela en voz alta. Sigue tu rutina diaria.
Repite este ejercicio día por 21 días. Puedes ir agregando más asuntos a tu lista. Ahí veras tu abundancia.
Cuando termines cuéntame que pasó en tu vida.
Gracias, gracia, gracias.