Una tradición de gente berraca
Debo confesar que poco conocía sobre la fabricación de herraduras para caballos. Por fortuna para mí, la reciente invitación a Sonsón incluyó la visita a la Fragua de los Castro, una familia que mantiene una tradición de gente berraca.
Aunque el origen de la herradura sigue sin resolverse, todo parece indicar que su creación fue en el siglo IV antes de Cristo. A través de la historia además de proteger los cascos de los equinos, se ha considerado un poderoso amuleto que nos protege del mal y atrae la buena suerte. Su forma evoca a la luna en su fase creciente y simboliza la fertilidad y la prosperidad.
En Sonsón, en el Oriente de Antioquia, 35 familias mantienen la tradición de fabricar instrumentos agropecuarios forjados en hierro como azadones, recatones, barras, güinches, calabozos y herraduras de manera artesanal. En fraguas o fogones de piedra, con el calor del carbón y los golpes del mazo mantienen una tradición, declarada Patrimonio Inmaterial de Sonsón.
Cómo se hacen las herraduras en Sonsón
Edison Andrés Castro Castaño, fragüero de tercera generación, nos recibió en su taller para contarnos cómo fabrica las herraduras que distribuye, la mayoría de ellas, fuera del municipio.
Para hacer una herradura el hierro se corta de acuerdo con el tipo y tamaño que se necesite. Luego se calienta al rojo vivo en la fragua o fogón. Una vez caliente de toma con la tenaza y sobre el yunque se le da forma con el mazo o martillo. Luego con el canalador se hace el canal que sirve de guía para hacer, con la pulseta, las perforaciones de la herradura.
Para mantener el carbón caliente se debe tener un motor y/o un fuelle para producir aire y mantener caliente el carbón.
La familia Castro lleva más de 60 años haciendo herraduras artesanalmente, una tradición de gente berraca declarada Patrimonio Inmaterial de Sonsón. Y para Edison Andrés Castro Castaño este trabajo hace parte de la identidad de su familia. Por eso quiere promover su arte a nivel global.
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En busca de un récord
En la actualidad y como una forma de mantener y divulgar su arte Edison Andrés se puso un reto: hacer la herradura más pequeña del mundo y conseguir el Guinness World Records. Ya tiene parte de su sueño cumplido: la herradura. Le falta conseguir los recursos para inscribirse.
“Cuesta entre 800 y 1000 dólares, pero en estos momentos ya tenemos la herradura más pequeña del mundo. Yo he hecho una fuerte investigación porque este proceso los llevo trabajando hace más o menos 7 años y desafío a cualquier ser humano del planeta a que nos muestre que si se puede hacer. Nosotros lo que queremos con esto es visibilizar una cultura y un Patrimonio Inmaterial de Sonsón con más de 220 años de historia”, asegura Edison Andrés.
La familia Castro fabrica las pequeñas herraduras en hierro, acero inoxidable y acero inoxidable con clavos de bronce. Lo que hace especial la técnica de esta familia fragüera es que su herradura, a pesar de su tamaño, también es forjada y lleva impresa la técnica de los artesanos sonsoneños.
Así mismo, están gestionando con algunas empresas de construcción el metal que les quede en sus proyectos para reciclarlo e incluirlo en la fabricación de herraduras más pequeñas del mundo. De esta manera cumplen con la responsabilidad social de cuidar el planeta y el medio ambiente y aportan a la divulgación de este Patrimonio Inmaterial.
Proteger la cultura de los artesanos de la fragua representada en 35 familias que subsisten con este oficio, es el propósito de este joven. Por eso está enfocado en lograr el Guinness World Records que los proyecte a nivel mundial.
Para apoyar a Edison Andrés, su familia, a los artesanos de la fragua y a una tradición de gente berraca, búscalo en Instagram como @edisonandrescastro y síguelo.