Transformó una receta casera y muchas lágrimas en un emprendimiento exitoso

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Hay sabores que se convierten en parte de la memoria colectiva. En Colombia, uno de esos sabores es el de Tostaditos Susanita, un producto que ha trascendido generaciones y que evoca momentos cotidianos como el recreo en el colegio, el cafecito de media mañana o el paseo. Detrás de esas tostadas, está la historia de una mujer poderosa y resiliente que transformó una receta casera y muchas lágrimas en un emprendimiento exitoso.

En los años 80, Susana Posada era una mujer dedicada a su familia. Ama de casa y madre de cuatro hijos, que tuvo que enfrentar una dolorosa separación matrimonial que la dejó sumida en una situación de incertidumbre y profunda tristeza. Ella misma confiesa haber llorado casi una década completa. Sin embargo, la cocina fue su salvación y lo que parecía ser un momento de desesperanza se transformó en la chispa que encendería su nuevo proyecto de vida.

Las primeras recetas: pan aliñado y tostadas artesanales

Gracias a una prima suya que le compartió la receta, Susana hizo un pan aliñado que conquistó los paladares de las personas mas cercanas a su entorno. Luego su madre le sugirió aprovechar lo que quedaba del pan para hacer tostadas. De esta manera nació el producto estrella que daría inicio a su empresa.

Al principio no tenía ni batidora ni maquinaria para hacer estos productos. Susana cuenta que con una paila y sus manos, amasaba la harina mientras sus lágrimas caían sobre la mezcla. Este detalle, lejos de ser anecdótico, se convirtió simbólicamente en el “aliño secreto” de sus primeros productos.

Los 12 paquetes que cambiaron la historia

El primer día de su emprendimiento vendió 12 paquetes de tostaditas, a 100 pesos cada uno. Fue su vecina la primera en probarlas y su validación fue la señal que Susana necesitaba para continuar por ese camino.

Poco a poco fue creciendo el negocio. Pero el punto de inflexión fue cuando Susana ofreció sus productos a la cadena de Almacenes Éxito. Con cierto temor llevó sus bizcochos y panes artesanales. Se dice que el encargado de la compra en lugar de probar el pan, se sentó obre él para probar su frescura. Al ver que el pan volvía a su forma original, entendió que estaba frente a un producto de calidad. Días después, llegó la anhelada llamada: el Éxito le pidió 100 paquetes de bizcochos y 100 de panes.

De cocina casera a empresa certificada

Lo que comenzó en una cocina familiar se convirtió en un proyecto empresarial. Con disciplina y constancia, Susana Posada amplió su cocina, contrató ayudantes y estandarizó sus procesos. De esta manera sus productos no solo llegaran a más hogares, sino que también empezaron a competir en un mercado que exigía calidad.

La llegada de sus hijos al negocio marcó un antes y un después. Andrés y Lina, herederos del espíritu emprendedor de su madre, decidieron apoyar el crecimiento con una visión más profesional. Ellos impulsaron la certificación bajo la norma ISO 9001, lo que le dio a Tostaditos Susanita un sello de confianza y seriedad.

Entonces lo que había comenzado con apenas 12 paquetes de tostadas, hoy supera los 83,000 diarios. Esta evolución representa un gran logro empresarial y un ejemplo de cómo una receta casera puede transformarse en una marca nacional.

Este crecimiento ha generado empleo para más de 400 personas, muchas de ellas madres cabeza de hogar que encuentran en la empresa una oportunidad para sostener a sus familias. De esta forma, Tostaditos Susanita se convirtió en un motor económico y social.

Un sabor que conecta generaciones

Una de las mayores fortalezas de la marca es su capacidad para evocar recuerdos y emociones. Los Tostaditos Susanita son producto que acompaña momentos cotidianos y familiares. Los abuelos introdujeron el producto a los padres, y estos a sus hijos, conectando varias generaciones.

El amor que doña Susana puso en cada masa, en cada tostada y en cada esfuerzo por sacar adelante a su familia, hoy se traduce en un compromiso con la calidad, con la gente y con el país. Ese eslogan es la materialización de la convicción de que el verdadero éxito no se mide solo en ventas, sino también en la huella que se deja en las personas.

Ejemplo de resiliencia y fe inquebrantable

Aunque hoy Tostaditos Susanita es una empresa consolidada, el corazón del negocio sigue siendo su fundadora. Doña Susana Posada, creadora de la receta original y símbolo de resiliencia para quienes conocen su historia.

Su sencillez y cercanía con la gente han hecho que sea reconocida no solo como empresaria, sino como una mujer que inspira.

Superar una separación dolorosa, criar a cuatro hijos y emprender con lo poco que tenía son pruebas de su fuerza interior. Su historia demuestra que, incluso en medio del dolor, es posible transformar la adversidad en una oportunidad. Esta es la historia una mujer poderosa y resiliente que transformó una receta casera y muchas lágrimas en un emprendimiento exitoso.

Hoy en día, la historia de doña Susana demuestra que no es necesario contar con grandes recursos para iniciar un negocio, sino con determinación, disciplina y un producto que realmente conecte con la gente.

Innovación y expansión

Aunque el corazón de la empresa sigue siendo la receta original, la visión de futuro de Tostaditos Susanita incluye diversificar su portafolio y llegar a más mercados. La compañía ha explorado nuevas presentaciones, empaques más sostenibles y alternativas que mantienen el espíritu artesanal mientras responden a las tendencias actuales de consumo.

Uno de los mayores retos es crecer sin perder lo que los hizo especiales: la autenticidad. En un mercado lleno de marcas multinacionales, Tostaditos Susanita apuesta por mantener su diferenciador: un sabor casero que conecta con la memoria afectiva de los consumidores.

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La modernización y la industrialización son inevitables, pero la clave está en conservar la esencia. La empresa trabaja constantemente para que, sin importar la cantidad de paquetes que salgan cada día, cada bocado conserve la textura, el sabor y la calidad que caracterizaron a los primeros 12 paquetes que doña Susana vendió hace más de cuatro décadas. Esta es la historia de una mujer poderosa y resiliente que transformó una receta casera y muchas lágrimas en un emprendimiento exitoso.