Todo está en orden

Seguramente te has preguntado muchas veces, por qué tienes que vivir situaciones inesperadas que preferirías no atravesar. Sin embargo, hay aprendizajes inevitables que debes superar para evolucionar en tu vida.  Todo está en orden, todo es perfecto, hasta las experiencias más dolorosas tienen una razón de ser.

Por eso se dice que en la vida las situaciones se presentan de dos formas: como esperábamos o diferente a lo que esperábamos. Lo que pasa es que entramos en la dinámica de lo “bueno y lo malo” entonces decimos que las cosas salen bien o mal. Eso le da una connotación negativa a las situaciones que no esperábamos que conduce al miedo. Que sea distinto no significa que sea malo.

Cuando una experiencia resulta como querías, como esperabas, la felicidad te lleva a que tu vibración se dispare y justo ahí debes tomarte tu tiempo para agradecer, celebrar y disfrutar.  Eso mantiene tu vibración alta. 

Muchas personas olvidan este asunto e inmediatamente se ponen en marcha y se enfocan en otro objetivo. No se toman el tiempo para disfrutar y apoyarse en esa vibración para seguir expandiéndose. 

Cuando una situación llega de una manera diferente a lo que esperabas se debe a dos razones: hay algo que tienes que aprender o te llega un cambio de camino, una oportunidad. 

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¿Cómo saber si es un aprendizaje o cambio de camino?

Pregúntate ¿si volviera a vivir esta situación o una similar, haría algo distinto? Si la respuesta es: no haría nada distinto o haría lo mismo otra vez, entonces lo que viene es una nueva oportunidad. Si la respuesta es “actuaría distinto en esto o aquello” es un aprendizaje. 

Los aprendizajes son como un freno de mano.  A veces duele pero el dolor no es malo, el dolor es obligatorio, el sufrimiento es opcional. ¿Cuál es la diferencia? Cuando hay dolor hay esperanza porque tiene un propósito.  Es una manera de decirte por ahí no es, cambia, hay algo mejor, no te conviene. Entonces el dolor es guía y tenemos que aprender a transitarlo. 

El sufrimiento es opcional porque sufrir es no tener esperanza. Volverse víctima, culpar a los demás, no empoderarse y decir pobrecito yo, ahí está el sufrimiento. Cuando me desconecto de mi poder, sufro.

Cuando debes transitar un dolor debes analizar qué hay detrás.  Cuáles emociones te despierta. Recuerda que las emociones tienen un propósito: las de bienestar o de amor, te animan a seguir adelante, disfrutar la vida.  Las otras, por ejemplo los celos, que te están diciendo. Puede ser que no te sientes suficiente o capaz. Comienza a ver ese mensaje y así podrás recibir guía. 

La vida, Dios o el Universo te dará las pistas y las herramientas para transitar cualquier situación que se te presente. Todo está en orden. Recuerda el refrán: “Dios no te manda nada que no seas capaz de soportar.