Qué te interesa

Qué te interesa

Cuando somos pequeños, nuestra imaginación es ilimitada: tenemos amigos imaginarios, vivimos historias de aventuras con seres que solo están en nuestra imaginación, nos sentimos súper estrellas.  Pero hay un momento en la vida en que perdemos esa capacidad de soñar e imaginar y nos enredamos en una matrix, que nos aleja de lo que realmente nos interesa.  En esta reflexión te invito a pensar en tus gustos, tus sueños tu imaginación.  Redescubre qué te interesa.

Varias cosas me marcaron en mi adolescencia, recuerdo una en especial.  Yo quería manejar helicópteros.  Una labor que para entonces solo la realizaban hombres.  No se por qué ni de dónde resulté con ese sueño. 

En esa época (años 80) había una serie que se llamaba Airwolf, Lobo del aire.  Era una serie de aventura y ficción en la que un piloto experimentado es contratado por la CIA para recuperar el Lobo del Aire que estaba en poder de gobierno Libio.  El hombre encuentra la aeronave, la oculta en una cueva en el desierto y la utiliza para cumplir misiones secretas del gobierno de estados unidos. Yo me soñaba manejando ese helicóptero.

Un día viendo la serie, yo expresé mis deseos: yo voy a ser piloto de helicópteros.  Eso es lo que quiero hacer.  Pero más me demoré en manifestar mi sueño que lo que demoró una tía en arrasarlo.  “¿Piloto? Ja ja ja, eso es imposible, las mujeres no manejan helicópteros.  Bájese de la nube y aterrice”.  Hasta ahí llegó mi sueño.

Lo cierto es que estudiar aviación en esa época era muy costosa y aunque mi familia era una acomodada, mi padre no tenía  los recursos suficientes para pagarme un solo minuto de vuelo.  Entonces mi sueño se abortó.

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En ese momento no hubo alternativas para que yo pudiera hacer lo que me interesaba.  Finalmente y luego de un intento con la Bacteriología (un año de estudio) llegué a la Comunicación social, la carrera más hermosa y adecuada para mi.  Si hubiera sido piloto o bacterióloga no estaría escribiendo estas reflexiones.  Definitivamente todo es perfecto.

Dos reflexiones quiero hacer de esta experiencia.  La primera, te cuidado con lo que dices.  Se que mi tía no lo hizo de maldad, pero su burla me hirió muchísimo.  Me hizo sentir menos preciada, ignorante, inferior…  Por eso si tienes hijos, sobrinos, nietos en lugar de destruir, alimenta sus sueños.  De todas formas la vida nos ubica donde nos tiene que ubicar.

Dos, si viviste una situación similar a la mía, pero ese sueño es realizable, cúmplelo.  Redescubre qué te interesa y hazlo.  Todavía estás a tiempo. Anímate. 

Si no viviste una situación similar, pero tienes aprendizajes o hobbies pendientes, ponlos en marcha.  Afuera hay muchas cosas mágicas por hacer y personas deseosas de enseñarte cómo hacerlas.  Fíjate en todo lo que hay, salte de tu casa, de la rutina y descubre qué te interesa.