Los días más importantes de la vida: nacimiento y muerte

A propósito de mi cumpleaños, estaba pensando que los días más importantes en nuestra vida son el nacimiento y la “muerte” terrenal. A lo largo del camino recorrido, he ido cambiando mis pensamientos, mis creencias y mis percepciones. Hoy quiero contarte lo que pienso sobre este tema.

Definitivamente, todos venimos al mundo terrenal varias veces. Y en cada una de ellas, venimos a aprender lo que corresponde. Esto quiere decir, para mí, que así como cada semestre en la universidad tiene unas materias que debes estudiar y aprobar, en cada vida también debes responder por unos aprendizajes específicos. Si no logras aprender lo que te corresponde, en tu siguiente vida esas lecciones serán más complejas.

¿Cómo saber qué venimos a aprender?

Depende de cada uno de nosotros y de nuestro nivel de evolución, es decir, de acuerdo con lo que hayas logrado avanzar en las vidas que hayas “aprobado”. Así como en la universidad, muchas personas vienen y van sin saber realmente cuáles son sus aprendizajes.

Entonces, así como cada nivel en la universidad es más complejo que el anterior, así ocurre con nuestras vidas. En la medida en que avances, tus pruebas serán más exigentes, porque se supone que ya estás preparada(o) para enfrentarlas.

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Hay muchas formas de saber a qué vienes al mundo. Una de ellas es cuando le encuentras el verdadero sentido a tu vida. Algunas personas lo descubren luego de experimentar situaciones complejas que las han llevado al límite: un accidente, una enfermedad, una crisis personal, etc.

Otra forma es a través de métodos de autoconocimiento ligados a la espiritualidad, con el acompañamiento de seres especiales que te guían en el camino.

Existen también herramientas más especializadas, como la astrología, la numerología o el eneagrama, entre otras, que pueden ayudarte a descubrir quién eres, de dónde vienes y hacia dónde vas, mediante el análisis de tu hora, fecha y lugar de nacimiento, tu nombre y algunas preguntas específicas.

Descubre tu propósito desde tu consciencia

Pero más allá de conocer tu misión a través de cualquiera de estas herramientas, debes aprender a entender que lo que ocurre en tu vida tiene una razón de ser, un propósito claro: tu evolución. Entonces, en lugar de preguntarte por qué te pasa esto o aquello, pregúntate: ¿para qué? ¿Qué lecciones me deja esta situación? ¿Qué debo cambiar en mi vida? ¿Qué ajustes debo hacer?

Cuando comienzas a aceptar que todo lo que te ocurre tiene un sentido, una razón de ser y es perfecto, tu vida toma otro rumbo y empiezas a fluir sin tensión, sin dolor, sin angustia.

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Entonces, si avanzamos en la universidad de la vida cumpliendo los objetivos de cada materia, podremos desencarnar tranquilamente y confiar en que, aunque tendremos pruebas más complejas, nuestra siguiente vida será mucho mejor.

Celebrar lo inevitable

Cumplir años es conmemorar nuestro nacimiento y, en ese sentido, abrazar y agradecer la vida. Morir es transformarse, es avanzar hacia la perfección. Y si algo queda claro en este viaje es que tanto el primer aliento como el último suspiro merecen ser celebrados. Porque, en el fondo, nacer y morir son actos sagrados, universales y perfectos.