Ni hábitos ni matrimonio, ella prefirió la ciencia
En una época en la que las mujeres tenían dos caminos preestablecidos: casarse o irse de monja, Ángela Restrepo Moreno decidió desafiar el destino: no tomó ni hábitos ni matrimonio, ella prefirió la ciencia.
Nacida en Medellín, Colombia, el 28 de octubre de 1931, fue hija de Tulia Moreno Correa, secretaria, y Gabriel Restrepo, fundador de manufacturas y cereales Coro, en la ciudad de Medellín. Su abuelo, Julio Restrepo Arango, era un médico que atendía a sus pacientes en su casa. Su consultorio, y todo lo que había en él, más el libro «Cazadores de microbios» de Paul de Kruif, fueron la inspiración de Ángela para estudiar microorganismos.
Desde muy joven, mostró una determinación inquebrantable para estudiar y abrirse camino en un espacio donde las mujeres eran una rareza. Se formó como microbióloga en la Universidad de Tulane, en Estados Unidos, y regresó a su país para dejar una huella imborrable en la investigación científica. Su campo de especialización: las enfermedades infecciosas causadas por hongos, un área poco explorada en ese momento y crucial para la salud humana.
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Un legado que trasciende la ciencia
Ángela restrepo no solo se convirtió en una experta de renombre internacional, sino que también fue mentora de generaciones de científicos colombianos. Trabajó incansablemente en el Instituto Colombiano de Medicina Tropical y en la Universidad de Antioquia, impulsando investigaciones que han salvado incontables vidas. Su dedicación a la ciencia y su pasión por la enseñanza la llevaron a ser una de las voces más influyentes en el ámbito académico y médico del país.
Fue una de las pioneras en el estudio de la paracoccidioidomicosis, una enfermedad fúngica endémica en América Latina, logrando avances significativos en su diagnóstico y tratamiento. Su investigación no solo aportó conocimientos esenciales sobre esta afección, sino que también contribuyó a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Su legado es tan vasto como su amor por la ciencia, y su impacto sigue vigente a través de los cientos de profesionales que formó y de las investigaciones que inspiró.
Un ícono del empoderamiento femenino
Ángela Restrepo no solo rompió barreras en el mundo de la ciencia, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y determinación para las mujeres. En un mundo dominado por el patriarcado, ella demostró que la inteligencia y la pasión por el conocimiento no tienen género. Su trayectoria es un recordatorio de que las mujeres pueden conquistar cualquier espacio, incluso aquellos que históricamente les han sido negados.
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Su legado sigue vivo en cada joven científica que decide desafiar los estereotipos y seguir sus sueños. Hoy, Ángela Restrepo es un referente no solo por sus aportes a la microbiología, sino por su valentía al abrir camino para que otras mujeres puedan brillar en la ciencia. Porque, gracias a ella, el mundo sabe que el conocimiento no tiene límites, y el futuro de la ciencia es tan femenino como brillante.
La doctora, como muchos le llamaban, falleció en Medellín el 3 de febrero de 2022, dejando tras de sí un legado imborrable en la historia y el empoderamiento femenino. Ni hábitos ni matrimonio, ella prefirió la ciencia.