La generosa planta desconocida en Colombia
Ellos son, de izquierda a derecha, Miriam, Aurelio, María Gladys, Nacho y Maria Rubi, la familia Henao Sánchez, nuestros anfitriones en la finca La Ramada de la vereda Guamal. Visitarlos fue otra experiencia inolvidable del viaje a Sonsón auspiciado por la Alcaldía. Allí se cultiva el nopal la generosa planta desconocida en Colombia.
Hace muchos años, cuando era adolescente llegó a mi casa un sinsonte, un pájaro con un silbido muy particular. A mi mamá le encantaba escucharlo y lo cuidaba como a uno de sus hijos, al punto de que lo alimentaba solo con higo. Desde entonces para mi, esta fruta solo la consumían los pájaros.
Lástima que en aquel tiempo no hubiera probado el dulce y jugosa higo producido por el nopal, una especie de cactus originario de México. Es una planta longeva que produce frutos durante todo el año. Sin embargo, su cosecha principal es entre noviembre y enero. Aunque entre junio y julio también produce una cosecha traviesa.
El nopal, la generosa planta desconocida en Colombia solo se produce en Sonsón. Es rica en fibra soluble que ayuda a regular el tránsito intestinal, combate el estreñimiento y el colesterol. En México se consume en diferentes preparaciones gastronómicas.
De las hojas de nopal se extrae una fibra resistente con la cual pueden fabricarse porductos artesanales.
En Colombia apenas se consume su fruto, que es rico en antioxidantes y vitaminas. Con el higo se pueden hacer jugos, conservas, vinos y natilla. Aunque todavía muchas personas lo ven como un alimento para pájaros, es una delicia que nos estamos perdiendo.
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Los Henao Sánchez tan generosos como el nopal
La familia Henao Sánchez llegó a la vereda Guamal hace uno 24 años. Desde entonces don Aurelio le apuesta a este cultivo tanto como al de café. Con esfuerzo y dedicación el nopal de La Ramada alcanzó los estándares de calidad exigidos para exportar higos.
Mientras que, en países como Chile, México y algunos de Europa se consume tanto la planta como su fruto, en Colombia todavía se desconoce. Por eso la mayor parte del higo que se produce en Sonsón sale del país.
Don Aurelio con el apoyo de sus hijos, está empeñado en abrir otros mercados por eso promueve las bondades de la planta y de su fruto. Para ellos nuestra visita a su finca fue una gran oportunidad para hablar de la planta, el cultivo, la producción de higo, sus beneficios y por supuesto para que saboreáramos la deliciosa fruta.
“Mi papá es un eterno enamorado del higo. Él dice que este cultivo no le falla con su mercadito. Y hasta el momento nos hemos podido sostener en el tiempo. Máxime que se tiene todo el proceso, desde el sembrado, el cultivo, el manejo, el baño…”, asegura Alba Rubi, quien además de apoyar a sus padres, es auxiliar de enfermería: “Soy feliz acá en mi finca acompañando a mis papás. Alterno las dos cosas”.
Además de aprender sobre cultivo y producción de higo, aprendimos sobre el proceso del café y tuvimos una generosa y deliciosa degustación de buñuelos de maíz, arepas con “hogao” y cuajada, hechas por las laboriosas manos de doña María Gladys.
Este viaje me regaló mucho aprendizaje sobre el campo, la producción agrícola, pero sobre todo de generosidad: de la generosidad que brota de la tierra y del corazón de los campesinos. Gracias, gracias, gracias.
