¡Qué necesidad!

¿Qué necesidad tiene perder el control por algo que te dijeron o te hicieron? ¿Tiene sentido actuar cuando estás emocionalmente alterado?  ¿Qué necesidad tiene enloquecerte por algo que posiblemente tiene solución o no vale la pena?

Esta semana hubo una noticia que me movió mucho.  Fue como una cachetada para mí, porque muchas veces he actuado bajo el dominio de mis emociones y luego me arrepiento de lo que hice o dije. Además, siento que en Colombia carecemos de inteligencia emocional, por eso tanta violencia, tanta falta de respeto, tanto saltarnos la norma.

La historia que te voy a contar ocurrió el viernes en la mañana. Un hombre perdió el control cuando fue asaltado por dos sujetos que se movilizaban en moto. Le robaron su celular y él, alterado los persiguió en su vehículo hasta que los atropelló.

Después de ver el video de esta historia me pregunté: ¿valió la pena que esto ocurriera? ¿Qué necesidad tiene enloquecerse porque te roban? No se que puede estar pasando por tu cabeza, pero te voy a contar lo que yo pensé.

Devolví la película y me pregunté ¿tuvo sentido que los dos ladrones se robaran un celular? ¿Cuánto vale un celular? Digamos que fuera un equipo de alta gama que cuesta 9 millones de pesos ($2250 USD) aproximadamente. ¿Valió la pena perder la vida por un celular?

Y me traslado a la situación de la víctima.  ¿Tiene sentido haber actuado llevado por las emociones? ¿Valió la pena exponer su vida? ¿Cuánto puede costar el arreglo de su vehículo? ¿Y la vida que se perdió? ¿Y si la víctima se convierte en victimario y le toca ir a la cárcel?

Adicionalmente, ¿cuántas personas más resultan siendo víctimas de esta historia? Una esposa, una madre, hijos…

Nada justifica ninguna de las dos actuaciones. Ni la de los ladrones, ni la de la víctima.

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Respirar antes de actuar

Siento que cada día estamos siendo mucho más impulsivos y reaccionamos sin pensar en las consecuencias y eso puede traernos muchos problemas. Como individuos estamos en la obligación de actuar correctamente y de aprender a controlar nuestras emociones.

Como sociedad tendríamos que ser más solidarios, más empáticos y trabajar por la salud física, mental y emocional de todos.

Tenemos a la mano muchas herramientas para controlar nuestras emociones, una de ellas es la respiración. Yo diría que es la más efectiva y puedes utilizarla en cualquier momento o lugar.

Cuando sientas que estás a punto de perder el control, respira.  Respira profundamente.  Fíjate que todos tus pulmones se llenen llevando el aire hasta tu estómago. Inhala y exhala profundamente contando hasta 5 en cada fase. Desde la primera respiración sentirás que la tranquilidad vuelve a tu ser.

No reacciones, guarda silencio y respira. Respira hasta que sientas que ya nada te roba la calma. El autocontrol nos ayuda a evitar una tragedia más grande.