Misterios y leyendas que rodean Stonehenge
En el corazón de la campiña inglesa, donde el viento susurra secretos ancestrales y la tierra guarda memorias milenarias, se erige Stonehenge. Un enigmático círculo de piedras que ha fascinado a la humanidad durante siglos. Este monumento megalítico, situado en el condado de Wiltshire, a unos 13 kilómetros de Salisbury, provoca una conexión profunda con lo espiritual y lo desconocido. Aquí te cuento algunos misterios y leyendas que rodean Stonehenge.
Este viaje místico, comienza en Londres tomando un tren desde la estación de Waterloo hasta Salisbury, en un trayecto de aproximadamente una hora y media. Desde allí, el autobús «The Stonehenge Tour» te llevará directamente al centro de visitantes.
Si prefieres la carretera, la autopista M3 y luego la A303 te conducirán hasta este sagrado enclave. Para los más aventureros, existen rutas a pie desde Amesbury, ofreciendo una experiencia más íntima con el paisaje ancestral.
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Estos son algunos misterios y leyendas de Stonehenge
Uno de los mitos más antiguos atribuye su construcción al mago Merlín, quien, según relatos medievales, transportó las piedras desde Irlanda con ayuda de gigantes. Otros sugieren que este enigmático lugar fue un observatorio astronómico, alineado con los solsticios, sirviendo como calendario para antiguas civilizaciones agrícolas.
El hecho de que sus piedras provengan de diferentes regiones hace que esta construcción sea única entre los más de 900 círculos megalíticos que existen en Gran Bretaña. Un estudio sugiere que este círculo de piedras podría haber tenido un propósito político y religioso. Es posible que haya sido un monumento de unificación para los pueblos de Gran Bretaña, celebrando sus vínculos eternos con sus antepasados y el cosmos.
La energía de Stonehenge
Al contemplar las imponentes piedras, es inevitable preguntarse sobre su propósito original. Se cree que Stonehenge fue un centro ritual alineado con el movimiento del Sol, posiblemente utilizado para ceremonias relacionadas con la vida, la muerte y el más allá. La alineación de su eje con el sol naciente en el solsticio de verano y con la puesta de sol en el solsticio de invierno sugiere una profunda conexión con los ciclos naturales.
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Visitantes de todo el mundo aseguran que allí, al estar cerca de estas piedras ancestrales, se siente una energía especial. Algunos describen una sensación de paz profunda, mientras que otros experimentan una conexión intensa con lo divino. Este magnetismo ha convertido a Stonehenge en un lugar de peregrinación para aquellos que buscan una experiencia espiritual única, un espacio donde lo terrenal y lo celestial parecen entrelazarse.
Sumergirse en la atmósfera de Stonehenge es adentrarse en un viaje introspectivo, una oportunidad para reconectar con las raíces más profundas de la humanidad y con el cosmos. Es un recordatorio tangible de que, aunque los tiempos cambien, la búsqueda de lo sagrado y lo trascendental permanece en el corazón humano.